sábado, 27 de abril de 2019

SIEMPRE MARK

Todavía no me recupero de la emoción, porque lo que sentí anoche en Valencia a escasos diez metros de Mr. Knopfler fue más emoción que admiración, o una mezcla de ambas. Tengo muchos discos de él, y lo oigo por temporadas con mucha frecuencia, pero la magia del directo me llevaba en volandas hacia el escenario poblado de músicos excelentes.
Nunca lo había oído en directo y la experiencia fue espectacular, ese Mark que enamora, que te atrapa con su voz de grano grueso, a veces melódica, a veces solo un susurro, o una conversación tranquila con un amigo. Todas las canciones comienzan despacio, y van acelerándose y subiendo de volumen hasta un climax final en la que todo se mezcla en maravillosa armonía, es su técnica, la arquitectura de sus canciones. "Once upon a time in the west", "Romeo y Juliet", "Done with Bonaparte", no sonaban como las recuerdo, los solos variaban, indiscutiblemente improvisaba, y los aportes de una banda de primera línea ponían un fondo diferente perfectamente sincronizado, sencillo pero a la vez ejecutado con una técnica perfecta ... se me acaban los calificativos, es muy difícil explicar las sensaciones ante una obra de arte, y anoche todo ello penetraba por todos los poros de quienes saboreábamos aquel monumento a la música, al blues, al country, y al Rock & Roll, a todos los "palos que toca" este gran maestro.
 Un punto triste cuando nos dijo: "I want to thank you for coming, I'm a old man and I think this is going to be a goodbye" (Quiero daros las gracias por venir, ya soy un hombre viejo y creo que esto va a ser un adios), y está claro que el tiempo no respeta a nadie, y no deja de ser una suerte el hecho de que quizá sea la última oportunida de verlo y sobre todo oirlo de cerca, no imaginé cuando en noviembre saqué las entradas que iba a ser una ocasión única.
 Dos horas largas sin un solo descanso estuvo enamorándonos Mark, tocando sus nuevas canciones, y algún obsequio inesperado, una versión sublime de "Silvertown Blues" hasta el punto final con un "Telegraph Road" fantástico y larguísimo, que parecía no acabar nunca. Dijeron adiós ... y nadie se movía. El final fué de apoteosis, salieron el batería y el percusionista y comenzaron con la intro de percusión (tremendos) de "Money for Nothing", una canción única y de lo mejor que ha dado el Rock, y poco a poco fue entrando con su Gibson arrancando sus primeros acordes potentes y distorsionados, para volver a sentir juntos una canción mítica con un hombre que también forma ya parte del mito. Y "Piper to the end" fue una oportuna despedida (esta vez sí) "If friends in time be severed/Someday here we will meet again/I return to leave you never"(Si los amigos con el tiempo se separan/Algún día, aquí nos reuniremos de nuevo /Y no te volveré a dejar nunca).
Anoche en Valencia, foto del escenario en la plaza de toros.
 No sé si no he escrito esta entrada demasiado pronto, cuando todavía tengo la piel erizada y la mente llena de armonías y sonidos, pero me apetecía, aunque sea para degustar y repetir de nuevo las sensaciones de, como decía el cartel: "Una tarde con Mark Knopfler y su banda"