miércoles, 19 de septiembre de 2018

LA MOTO DEL SIGLO XXI

2ª Parte - La Moto de Carretera
  Para comenzar quisiera hacer una puntualización, si vemos los rankings de ventas recientes, prácticamente los diez modelos más vendidos son los scooters, y de ellos, casi todos son de 125 (carnet B), peeeero ... en mi opinión una motocicleta no es un scooter, no voy a hacer valoraciones, simplemente reseñar que son dos vehículos diferentes y no me parece correcto mezclar "churras con merinas", pero eso es cuestión de otra entrada y otro debate; por tanto en esta entrada hablaré de motos "no-scooters".
Uno de los primeros modelos de la 900RR
  En los 90 y comienzos de siglo las llamadas RR (o R) eran las reinas de las ventas, se buscaba motos de alta cilindrada, muy potentes y súper-deportivas, casi derivadas de súper-bikes, 1992 fue el pistoletazo de salida con un modelo mítico la Honda CBR 900RR (Fireblade), era el resumen de lo que fué norma, más de 120 CV, carenado de competición, materiales ultra-ligeros (chásis doble viga), equipo de frenos excelente, y un concepto de moto para exprimir en circuito, ... o "volar" en carrretera. La respuesta fue inmediata y cada marca sacó su réplica, la Yamaha R1, Kawasaki las ZR (Ninja), Aprilia las SV o Ducati las 916 con culatas desmodrómicas; prácticamente todas eran motores de 900-1000 cc. o 600 cc. para modelos casi iguales, a lo largo de los 90, los caballos, el par, la ligereza, la calidad y tamaño de neumáticos, y la potencia no pararon de crecer, y como es normal al entrar en este siglo todo el mundo motero se puso de acuerdo en que nos habíamos "pasado de frenada", reaparecen las "naked", se disparan las grandes cústom, las trail desbancan a las R en ventas y el mercado se diversifica y se apuesta con motos potentes, ágiles y polivalentes, pero el concepto "moto de circuito" queda para los verdaderamente amantes, no ya de la velocidad (que en el fondo a casi todos los moteros nos gusta), sino del vértigo.
La evolución de las R, Ducati Panigale 2018.
Monocasco de aluminio, controles de tracción, tetracilíndrico en V, 175 Kg ....y 214 CV. Lista para "despegar".


 Pero hagamos un reconocimiento a las R, el desarrollo tecnológico que impulsaron en motores, frenos, gomas y materiales, quizá ha sido el mayor en el S.XX, y de ello nos hemos beneficiado cualquier motero con cualquier moto, sin duda, al césar lo que es del césar.
  Volvamos a la actualidad . Yamaha apostó hace unos años por la gama Fazer, motos potentes pero no demasiado, alrededor de los 100 CV (las cilindradas “R” se habían disparado hasta los 200CV), con geometrías sencillas, ágiles y cómodas, válidas para viajar pero sin ser grandes viajeras y aptas para ciudad, con ABS y sobre todo, precios asequibles. Con ese concepto, y tricilíndricas, tenemos en la actualidad a la reina de las ventas (sin scooters ni trail), la Yamaha MT 07, naked y semi-carenada, con motor de casi 700 cc. y con una versión más musculosa con motor de 900, la MT 09 Tracer. Y es hacia donde va la tendencia, motos maniobrables, sencillas, con espíritu tanto de carretera como urbanas. Casi todas las marcas tienen hoy en día modelos en esa dirección; BMW R1200R (Nine T), la gama Kawasaki KLX, Honda VF800 Crossrunner, Ducati ha desempolvado los diseños de sus Scramblers ahora modernizadas para añadirlas a sus Monsters, Suzuki SV 650, KTM las Duke; y con un claro guiño al pasado Triumph vuelve con la Boneville, toda una leyenda.
Yamaha MT07 Tracer
 Pero yo voy a hacer mi apuesta personal, está claro que mi edad me inclina a ello, una pizca de nostalgia por aquellas motos que en los 70 existían en Europa como auténticas estrellas pero que en España no podíamos ni soñar debido a la política proteccionista de la dictadura, aquellas motos de motores grandes, cuatro cilindros (a veces seis), frenos de disco y líneas preciosas que con el tiempo se convirtieron en mitos, la Benelli 750 SEI, Honda CB 750, Kawasaki Z1 900, Suzuki GS1000, Yamaha XJ 650; eran motos "naked" cuando ese concepto no existía porque era el aspecto habitual. Por ello, si hoy pudiera jubilar mi vieja Drag Star 1100, y a pesar de mi espíritu cústom, me inclinaría sin dudarlo por dos modelos derivados de aquellas motos soñadas: calcada del diseño de la mítica Kawa 900 Z1, tenemos la Kawasaki Z 900 RS, nada que ver con su antecesora en cuanto a tecnología, es una moto 100% del S.XXI, pero ambas podrían confundirse por su línea para un ojo poco  entrenado porque el concepto es el mismo.
Imagen relacionada
Kawasaki Z,  abuela y nieta, hay que fijarse bien para distinguir cual es cual
Veo que este concepto de moto de líneas clásicas se ha instalado en todos los catálogos de marca, sin renunciar a la tecnología, porque son motos que están en torno a los 100 cv., son más potentes que sus antecesoras, la obligada inyección, que ha simplificado el mantenimiento y la mecánica reduciendo el consumo, la evolución de la amortiguación y de los frenos, el ABS y sobre todo la electrónica: encendidos digitales, controles de tracción, etc, y neumáticos de mucho mejor agarre.   Si a todo ello añadimos la calidad actual de carburantes y sobre todo, lubricantes, podemos gozar de una máquina de este siglo con la belleza y el empaque de aquellas maravillas. Y junto a la Kawa Z, Honda tiene un modelo que, como dijo un probador que leí (MotosX100, lo recomiendo), puede adquirirse para tenerla en el garaje y bajar a contemplarla, porque es una auténtica belleza, la CB 1100 EX, y no voy a extenderme sobre sus virtudes, que las tiene, puesto que reúne todas las que ya he nombrado, simplemente dejaré su imagen como final a esta entrada.
La motocicleta de siempre en estado puro ... ¡qué preciosidad!