martes, 16 de octubre de 2012

El Dragón

Los cuentos de hadas son reales, no por hacernos creer que los dragones existen, sino por convencernos de que los dragones pueden ser vencidos.
                                                     Gilbert K. Chesterton

 Muchas veces me han preguntado la causa de mi devoción por el símbolo del dragón, en mi trabajo porque adorna muchos de mis objetos cotidianos, en mi afición porque llevo uno en la indumentaria motera y en varios lugares de mi moto, y por ambas razones igualmente algún que otro vecino y amigo o conocido también me lo pregunta de vez en cuando, normalmente suelo contestar con un escueto: "Porque me gusta", y nada más. Pero últimamente me ha dado por reflexionar sobre el tema y por explicar algunos motivos que tengo respecto a ese símbolo de forma dispersa y no demasiado intencionada, y mucho menos estructurada.

   El dragón es muy utilizado de diferentes maneras en el mundillo motero como tótem, y es sabido que un tótem significa la concreción de una serie de valores y virtudes en un ser real o imaginario que te representa y por qué no, te da protección y te acompaña en tus viajes, en tu soledad en la carretera o te distingue e identifica cuando viajas en compañía, la primera intención que tuve al adoptarlo hace años fue ésta, aunque la copié de un buen amigo al que, por supuesto pedí licencia para lucirlo como propio, ambos lo copiamos de un diseño de tatuaje tribal que también utilizó el genio del diseño motorista Arlen Ness hace tiempo. Y sin duda el dragón con sus alas y su poder de desplazarse pueden simbolizar el viaje, aunque precisamente el mío no lleve alas.
 Siempre, y sobre todo en mi infancia me atraían la ilustraciones y detalles acerca de aquellos seres formidables, los dinosaurios, que desaparecieron tras la caída de una asteroide, con el tiempo he sabido que sus fósiles son el origen de los "huesos de dragón" y la antigua creencia de que existían los dragones no estaba muy desencaminada viendo el hombre antiguo fósiles de grandes animales, alados o con enormes garras y mandíbulas amenazantes; por tanto había una base real para esa creencia.
 En nuestro mundo occidental el dragón se ha identificado con el mal y el diablo, al cual vencían santos y caballeros llenos de virtud y nobleza, pero estos dragones maléficos siempre eran custodios de virginales doncellas o tesoros. Y este simbolismo está claro para mí, para llegar a un tesoro, material o espiritual o a la pureza del amor hay que entablar una lucha, lucha en la que much@s fracasan y lo pierden todo, pero que colma de recompensas a quien triunfa.

https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhOOQTjRtje7COf-V4bLsgNeyfXBxAhftfaBdB89H_c5HPt8lCcwgZtdGiibSP6GGd0RrWrb11dXMS0T00p1AcEbcyvTdqhkEJYDraoft_xxI7IGFxWSrlq-YCzy3huSsmySbRAO2a01Q0/s1600/Dragon.jpg Pero es en las culturas orientales en donde el dragón cobra una gran relevancia, en oriente sus connotaciones dejan de ser negativas y pasan a ser símbolos de grandes virtudes, en China es el símbolo máximo, el del emperador, el bienestar, la grandeza, la bondad y las bendiciones; todos conocemos la simbología del horóscopo chino y cómo define los caracteres, y la "personalidad dragón" es capaz de superar cualquier obstáculo, enérgico, optimista, decidido, inteligente, seguro de sí mísmo y ambicioso ... ¡vaya!, casi todo aquello de lo que carezco y representa para mí una quimera inalcanzable; quizá sea el deseo inconsciente de poseer estas virtudes lo que me incline hacia ellas y se concrete en la figura del dragón, aunque lo dudo, por muy rico que sea mi inconsciente no creo que sea capaz de esa pirueta, la verdad, pero es hermoso pensarlo y hacer de esas virtudes un "Santo Grial" digno de dedicar los mejores afanes.
 Aunque la verdadera fascinación que me causa el dragón es sin duda mi gusto por la fantasía, porque estoy convencido que los cuentos y las leyendas representan de forma simbólica la vida misma, ¿acaso no es cierto que en la vida nos toca luchar contra auténticos monstruos...? sí, monstruos como la pobreza, el olvido, la desesperanza, el desamor, la desilusión, ... la soledad no deseada, la enfermedad, y la misma brevedad de la vida; hay bosques oscuros e interminables tierras malditas en las cuales acechan verdaderos dragones capaces de acabar con nosotros y ante los cuales solo cabe la lucha y la perseverancia y cuya recompensa es la vida misma sentida con plenitud, simbolizada en una doncella o en un tesoro, por ello esos peligros, esos dragones, a su vez son necesarios para extraer de nuestro interior lo mejor.
 Llevaré en mi moto y en mi ropa ese dragón que me recuerde que la vida hay que lucharla y sufrirla para que tenga sentido y valga la pena, como se lucha en una motocicleta contra el frío, el calor, el cansancio, o el riesgo constante. La fantasía y la realidad pueden ser una misma cosa, las dos caras de una sola moneda y una buena representación de esa dualidad es sin duda el DRAGÓN. Uno de los grandes maestros de la fantasía, Hans Christian Andersen afirmaba:  "La vida en sí es el más maravilloso cuento de hadas."



2 comentarios:

  1. Aqui una de tus seguidoras, como siempre es un
    placer leerte, eres único tio. Besitos.

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  2. El placer, y la alegría, son míos sabiendo que me lees. Besos Betty, ya me dirás como te va la Drag, espero que como nueva.

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